jueves, 30 de abril de 2015

Querida Yo:

Querida Yo:

Compra un atrapasueños. 

Quieres liberarte de esta pesadilla en la que vives. Quieres dormir y que todas tus preocupaciones resbalen por tus extremidades y goteen, poco a poco en el suelo, hasta salir por completo. Quieres sentirte en paz, sé que ansias encontrar la tranquilidad. Puedes sentirte tan ligera como las plumas que deben escurrir los sueños que no recuerdes al despertar. Deseas que todas tus preocupaciones queden atrapadas en cada una de las piedras, dónde el sol debe quemarlas a la mañana siguiente. Deja que el viento se lleve tus malos sueños. 
Quieres sentir calor, que deje de sangrar esa herida. Sabes mejor que nadie que, debes soltar el cristal que llevas clavado y dejar salir con la sangre, todo el dolor y el sufrimiento. Deja que fluya hasta que quedes vacía, al ritmo de la soledad. Tienes que dejar que ese agujero se cierre o que se abra aún más, pero que deje de doler. Vacíate para luego volverte a llenar, para dejarte llevar. 

Cierra los ojos y empatate de todo lo que pueda hacerte sentir un poco más libre, más feliz. Relájate, tómate un tiempo para respirar, para sentir, para ti. Haz aquello que realmente te haga sentir viva, que te devuelva a tu ser. El silencio puede ser fantástico. Compra un atrapasueños.


domingo, 19 de abril de 2015

Laura, este te lo dedico a ti.

Tengo tantas cosas que contarte y tú tienes tanto que escucharme. Hay veces que imagino qué hubiera sido de nosotros si nunca hubiese sentido por ti más que un amor de amigos. ¿Seguirías siendo mi mejor amigo? ¿Me seguirías queriendo tanto como el primer día? ¿Estaba predestinado a surgir todo esto?
Hemos matado la amistad para ahorcar al amor, qué disparate. Por culpa de un estúpido sentimiento hemos sacrificado todos los demás. Tengo un montón de trocitos clavados en lo que antes era mi corazón. Yo soy más que un remendado, tengo el corazón cosido con hilo de tristeza y pegado con dolor. Te has quedado muy abajo en mi lista de contactos. Echo de menos que me hables, echo de menos hablarte y ahora parece que todo a terminado. Y por qué así. Jamás pensé que el amor pudiera sacrificar a la amistad. Esto es una cruel matanza de sentimientos que debemos tragar uno a uno, sin agua y a conciencia. Cuando decidimos enamorarnos nunca firmamos dejar de ser amigos. Lo que no se es, si me duele verte o si me gustas tanto que hasta dueles. No sabes lo feliz que he sido contigo y lo rota que he quedado sin ti. Qué difícil es asumir que una persona no te quiere. Qué difícil es el amor, que te mata tanto cuando lo tienes como cuando no.

miércoles, 15 de abril de 2015

Volver a ser luz después de tanta oscuridad.

La nada se apodera de mi vida, invade mis entrañas y las vacía. No quedan ilusiones ni deseos, no queda más que un gran agujero que va creciendo dentro de mi, que cada vez es más grande. Quiero dejarme llevar por esta inercia que me empuja a desaparecer, quiero dejar de pensar, de sufrir.
Ojalá esta nada traiga con ella el olvido, que sea una anestesia para mi corazón que ya no puede con tanto dolor. Me siento desbordada por el sufrimiento que me acompaña, y odio esta soledad que me rodea, me hace daño. Demasiado daño. Ha llegado el momento en el ya ni las palabras brotan de mi alma, no puedo escribir, no dejo de llorar, no quiero sentir. Estoy muerta en vida y me siento cansada, demasiado agotada de esta lucha diaria.
Ya no puedo seguir caminando,  el suelo desaparece bajo mi pies y me acerco al precipicio que me está engullendo. Quiero volar, cerrar la mente y borrar lo poco que queda de mi, dejar que la nada por fin invada mi cuerpo y me transforme en energía, volver a ser luz después de tanta oscuridad.

lunes, 13 de abril de 2015

Sonríe, todo ha terminado.

Estoy al borde de un abismo, pensando si es mejor saltar al vacío y terminar golpeándome contra el suelo o si duele más hablarte con la mirada cada vez que nos cruzamos, aún sabiendo que no volverás. El primer final suena valiente, pero el segundo parece ser más heroico. He optado por sentarme justo al borde, en silencio, con los pies colgando por el lado del precipicio. Me limito a mirar lo que hay debajo y sentir el frío que poco a poco me cala los huesos.
Desde que me senté, un pequeño gorrión se encuentra a mi lado mirando una flor seca y marchita. Al instante, el pájaro se acerca al precipicio y se tira pero, comienza a volar y queda atrapado en una rama, a unos veinticinco metros más abajo. Su única opción es arrojarse y caer  con tanta prisa como la gravedad le permita, acabando en el suelo.
Minutos más tarde, me pongo de pie, cierro los ojos y respiro profundamente. Me relajo y dejo caer mi cuerpo hacia el abismo. Me siento libre, como si cada una de mis preocupaciones se hubieran quedado sentadas al borde. Noto el aire que ondea mi pelo y justo antes de que mi cuerpo choque contra el suelo, por la cabeza se me pasa una frase: "Sálvame, tú puedes". En ese momento escuchó un agudo chillido que sale por mis oídos, el sonido de un impacto brutal retumba por todo el lugar y siento un espeso líquido rojo que sale de mi nariz. "Sonríe, todo ha terminado", pienso.

Hacer de tripas corazón

Hoy es el primer día que salgo a la calle sin una prenda de color negro, me siento valiente porque he decidido empezar a dejar de lado la tristeza. Por otro lado, me siento angustiada porque eso significa que empiezo a caer en el olvido. Sigo sintiendo un fuerte dolor en el pecho pero lo alivio recortando la longitud de mis pasos. Mantengo el cuerpo erguido pero aún paseo cabizbaja y con la mente totalmente absorbida por mis sentimientos.
Me recuerdo que esta noche he vuelto a soñar contigo y a despertar sin ti. Has vuelto para decirme que te quedas, que me quieres de verdad, pero estás tan lejos que no llego a alcanzarte. Juro que corro tanto como puedo, pero te me escapas. Justo en el momento en que te rozo con la punta de mis dedos te desvaneces ante mi y, ni siquiera te atreves a mirarme a la cara, te limitas a contemplar, con el abismo de tus ojos, mis pálidas y huesudas clavículas, donde hace meses vivías clavado en mi.
Mientras noto como el alcohol recorre mis venas y mis pupilas se dilatan por el éxtasis que sufre mi cuerpo, me encuentro semidesnuda tirada en el sofá. No se que será de mi dentro de un tiempo, ni siquiera dentro de unos minutos. Y tus palabras retumban en mi cabeza. Puedo notar muy cerca tus gritos y tu olor en el ambiente, recuerdo tus pasos firmes en dirección a la puerta y ese ruido cuando ésta se cerró. He arrancado varias hojas de calendario desde entonces, pero así es imposible hacer de tripas corazón.
Dormir no es sano. Vivir aquí, tampoco lo es.

viernes, 10 de abril de 2015

Vuelves, tan de repente, como te vas.

Las noches siguen siendo bastante duras, me siguen oliendo a soledad. No se si el tiempo que llevo sin ti me ayudará a olvidarte o si sólo, es una excusa para acostumbrarme a saber que te has ido. Quizás sea pronto o ya, demasiado tarde. Me paso el día esperando llegar a casa y caer rendida a la cama, como rendida me siento ahora mismo. Trato de ocultar que no dueles manteniendo una postura fría, que no se si me hace parecer fuerte o me hace aún más débil. Poco a poco me consumo.Siento que estoy quedando enterrada por la arena de este reloj que, para mi, sólo trae horas vacías.
Vuelves en cada canción. Vuelves en cada tarde, en cada renglón, en cada frase. Vuelves tras los puntos y a parte, con el olor a café, con los libros de amor.
Vuelves, tan de repente, como te vas.

lunes, 6 de abril de 2015

Sólo los que tienen el valor de conocernos, tienen el derecho a disfrutar de nosotros.

Mientras tanto escribo sentada en este cementerio, junto a la tumba donde he decidido enterrar mis sentimientos. Los sauces tienen las hojas caídas, parecen estar tristes. El viento es suave y frío como si llevara, de un lado a otro de este recinto, todas las lágrimas que han sido derramadas aquí. Se siente un silencio que sella cada uno de los secretos de todos los que para la eternidad, aquí yacen. Mi cuerpo está en paz, mi alma visita cada rincón que esconde este lugar.
La noche se acerca y esto comienza a llenarse de almas arrepentidas e inseguras de haber encontrado un lugar mejor. Este sitio a oscuras es bello, me recuerda a mi interior, tan denso e incomprendido... Sólo los que se arman de valor para quedarse a estas horas, podrán disfrutar de cada uno de los regalos que este sitio puede ofrecernos. Como dice mi madre, sólo los que tienen el valor de conocernos, tienen el derecho a disfrutar de nosotros. Unos ven miedo donde yo he podido encontrar paz.

domingo, 5 de abril de 2015

Esto es más personal.

Todos parecen tener un "qué hacer" continuo, con personas constantes que van y vienen pero siempre los acompañan. Todos tienen el tiempo relleno, ocupados con tareas o desparramando las ganas de sentirse vivos. Todos tienen un apoyo, que se dobla de vez en cuando pero, no se rompe. Todos parecen tener ya cubiertas sus semanas, sus días o sus meses. Todos parecen tener muy claro a dónde van, cómo quieren y con quién quieren gastar su último aliento. Yo en cambio, a veces me siento muy sola en este mundo. Se me ha derrumbado todo lo construido en apenas unos instantes y parece que he quedado atrapada entre los escombros. Estoy pidiendo ayuda pero me ahogo en mi propia voz. Ahora dudo si soy yo la que no quiere salir o es que no encuentro a nadie que me saque. Empiezo a sentir pequeños pero constantes altibajos emocionales que a veces, duelen. Quisiera sacar de mi todo dolor porque no vale sufrir por algo que te ha hecho tan feliz. Los consejos de la gente no me ayudan, nadie sabe como me siento y ni mucho menos deben decirme cómo debo sentirme. Puede, amigos, que la vida sea eso, soltar el amor que como esponjan absorbemos y darlo a otra persona hasta quedar secos, para luego encontrar a otra, y volver a sentirte esponja. La música, el café o el tiempo pueden ayudarte a comprender esto.