domingo, 18 de octubre de 2015

Tanta luz jamás mereció brillar tan oscura.

Hazme sentir pequeña y a la vez, la persona más grande del mundo. Hazme sentir tremendamente triste para poder saborear la felicidad a tu lado. Hazme sentir protegida, hazme ver que me quieres. Ahógame de tanto abrazarme para luego devolverme la vida con un beso. Llename de luz, saca y exprime todo mi potencial. Hazme sentir eso de que es verdad que tanta luz jamás merecido brillar tan oscura. Y que, por supuesto, ahora que has llegado eternamente no lo hará. Dejame vivir de tal manera, que puedas devolverme al cielo para, de nuevo, ser luz. Y reconstruyeme de nuevo el alma, que es el mejor instrumento que se puede arreglar. Hazme ser música, sonando al compás de tu vida. No me sueltes nunca de la mano, no me dejes caer al vacío y sostenme por unos segundos más, durante toda la eternidad. Paga mi fianza para salir del dolor, con besos, muchos besos. Prometo que te los devuelto todos y cada uno de ellos. Y funde tu calor con el mío, para así derretirnos y ser nuevos seres con demasiadas cosas en común.