La nada se apodera de mi vida, invade mis entrañas y las vacía. No quedan ilusiones ni deseos, no queda más que un gran agujero que va creciendo dentro de mi, que cada vez es más grande. Quiero dejarme llevar por esta inercia que me empuja a desaparecer, quiero dejar de pensar, de sufrir.
Ojalá esta nada traiga con ella el olvido, que sea una anestesia para mi corazón que ya no puede con tanto dolor. Me siento desbordada por el sufrimiento que me acompaña, y odio esta soledad que me rodea, me hace daño. Demasiado daño. Ha llegado el momento en el ya ni las palabras brotan de mi alma, no puedo escribir, no dejo de llorar, no quiero sentir. Estoy muerta en vida y me siento cansada, demasiado agotada de esta lucha diaria.
Ya no puedo seguir caminando, el suelo desaparece bajo mi pies y me acerco al precipicio que me está engullendo. Quiero volar, cerrar la mente y borrar lo poco que queda de mi, dejar que la nada por fin invada mi cuerpo y me transforme en energía, volver a ser luz después de tanta oscuridad.
Te invito a quedarte, visitarme y leerme. Recuerda que en cada entrada te regalo un poquito de mi. Gracias por pasarte.
miércoles, 15 de abril de 2015
Volver a ser luz después de tanta oscuridad.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario