Todos parecen tener un "qué hacer" continuo, con personas constantes que van y vienen pero siempre los acompañan. Todos tienen el tiempo relleno, ocupados con tareas o desparramando las ganas de sentirse vivos. Todos tienen un apoyo, que se dobla de vez en cuando pero, no se rompe. Todos parecen tener ya cubiertas sus semanas, sus días o sus meses. Todos parecen tener muy claro a dónde van, cómo quieren y con quién quieren gastar su último aliento. Yo en cambio, a veces me siento muy sola en este mundo. Se me ha derrumbado todo lo construido en apenas unos instantes y parece que he quedado atrapada entre los escombros. Estoy pidiendo ayuda pero me ahogo en mi propia voz. Ahora dudo si soy yo la que no quiere salir o es que no encuentro a nadie que me saque. Empiezo a sentir pequeños pero constantes altibajos emocionales que a veces, duelen. Quisiera sacar de mi todo dolor porque no vale sufrir por algo que te ha hecho tan feliz. Los consejos de la gente no me ayudan, nadie sabe como me siento y ni mucho menos deben decirme cómo debo sentirme. Puede, amigos, que la vida sea eso, soltar el amor que como esponjan absorbemos y darlo a otra persona hasta quedar secos, para luego encontrar a otra, y volver a sentirte esponja. La música, el café o el tiempo pueden ayudarte a comprender esto.
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