jueves, 8 de junio de 2017

Hoy la vida me pide frenar.

Hoy la vida me pide frenar, tomarme las cosas con más calma, con mucha más tranquilidad. Me susurra que las cosas son más bonitas si te paras a mirarlas despacio, y que la felicidad la voy a encontrar en las cosas pequeñas.

La vida me quiere dar estabilidad y plenitud, pero me pide paciencia. Ella misma quiere que disfrute de forma pausada de todo lo que me está ofreciendo hoy por hoy.

La vida requiere lentitud y, a veces, nos pide silencio para que podamos encontrar la paz interior que tanta falta nos hace. Y nos quiere hacer entender que, con la llegada del nuevo sol, existe una nueva oportunidad de vivir, extrañamente, todos los días.





Sin duda, el mayor error que solemos cometer es no valorar las cosas que tenemos, pensando siempre en aquello que nos falta. Deberíamos aprender a ver siempre las cosas buenas, olvidando y apartando, ignorando incluso, las cosas negativas. 

Deberían enseñarnos a no aferrarnos a nada ni a nadie, a tener muy claro que las cosas materiales solo llenan el vacío del alma que las personas dejan. 

Ojalá nuestro objetivo en la vida fuera siempre ser libres, sabiendo romper con rudeza las cadenas que nos hacen esclavos, y sería maravilloso saber amar de forma desinteresada. Ser valientes dando amor hasta quedarnos vacíos, para poder empaparnos de más amor y volver a darlo. 

Finalmente, sentir que la vida es un ciclo: que todo lo que siembras lo recoges, que todo lo que amas te ama, que la felicidad que sientes será aún mayor cuando la recibas, que todo lo que das vuelve.



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