Te he vuelto a ver desnuda y se me han corrido los ojos de la pena. Debí borrar aquellas fotos el día que te olvidé, ¿pero quien sabe cómo deshacerse del rastro de una estrella fugaz cuando ya te ha mirado a los ojos?
Uno es preso de lo que ha amado porque el amor es una condena de cadena perpetua de una cárcel sin rejas.
Te invito a quedarte, visitarme y leerme. Recuerda que en cada entrada te regalo un poquito de mi. Gracias por pasarte.
miércoles, 24 de junio de 2015
Una cárcel sin rejas.
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