domingo, 24 de mayo de 2015

"Pero nosotros somos dos remendados."

Esto es una oportunidad de la vida, esto va a ser la última historia de amor a la antigua.
Aquí no hay prisa, hay besos bajo la luna y abrazos en mitad de miradas penetrantes. Hay escalofríos de pasión, hay relojes de arena. Tenemos una canción, nuestra canción, como aquellas que se escuchaban en bares de carretera, bailando lento, a vinilo. Aquí hay besos tímidamente robados, ojos que encierran dulzura y labios que saben a dolor. Miradas que esconden palabras y silencios que bastan para interpretarlas. Quizá dentro de un tiempo nos veamos en un andén, mientras yo sacudo mi pañuelo blanco y me susurras que volverás a buscarme y que me esperarás. Aquí existen las noches de magia donde los mejores trucos se hacen por toda tu espalda y hay besos en la frente, como símbolo de protección. Tengo primer plano de tus labios y las mejores vistas desde tu corazón. Los apretones de mano, las despedidas en la puerta de casa, las ganas de quedarnos un poco más. La forma de contemplar tus curvas, la sonrisa sin duda, la que más. La falta de cariño que no buscamos bajo sábanas sino bajo sentimientos de comprensión. Siempre hay un roto para un descosido, pero es que nosotros somos dos remendados. Esta va a ser la última historia de amor a la antigua, porque dos personas como nosotros no se van a volver a encontrar.

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